Hace exactamente 181 años que la Madre de Dios, la Virgen de la Medalla Milagrosa, se presenta a Santa Catalina Labouré, una Hija de la Caridad.
La noche del 18 al 19 de julio de 1830, entre tantas cosas le pide la fundación de la Asociación reconocida por la Iglesia como “Juventud Mariana Vicentina”. Desde entonces los hijos e hijas de María, realizan la misión de encontrar a Dios que vive en cada corazón humano. Su servicio es humilde y sencillo, hecho con amor al estilo de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac.
Santa Catalina, cuenta que la noche del 18 al 19 de julio, habló con la Madre de Dios como se habla con una madre. Ella nos cuenta que al levantar los ojos en la Capilla junto al altar vio a la Virgen y sin esperar más, de un salto se apoya en la rodilla de la Virgen que se había sentado en el sillón del sacerdote. Hablaron largamente y le encomendó una gran misión que le traería sufrimientos, pero las superará pensando que lo hace para la gloria de Dios.
La virgen le señaló el sagrario diciéndole “Vengan al pie del altar y las penas se aliviarán y derramaré en sus corazones en consuelo que necesitan”.
Juventud Mariana Vicentina, se nutre de las enseñanzas que la Virgen nos transmite con el ejemplo de su vida.
San Vicente de Paúl, nos recuerda que el mejor modo de amar a la Virgen es imitando sus virtudes. Por su parte, Santa Luisa de Marillac, nos invitaría a fijarnos constantemente el texto de Jn. 2,5 que dice en labios de nuestra Madre fundadora de la Asociación: “Hagan todo lo que Jesús les mande” Jn. 2,5.
Juventud Mariana Vicentina, renovemos nuestro amor a Dios, por intercesión de nuestra Buena Madre.
¡Feliz Aniversario!
SOR ISABEL IRIS LUNA MONTES HC.
Asesora Nacional J.M.V.
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